jueves, 28 de febrero de 2019
Falta de amor propio
“Desnutrición”
Esa palabra había usado mi nutricionista de 2015. ¿Cómo había llegado hasta ese
punto? Nunca tuve una buena imagen corporal sobre mi, desde chica me recalcaban
lo gorda que estaba, si me portaba mal me dejaban sin comer, mi madre me
recordaba que ella era mas flaca que yo. Así que a eso de los 13 cuando empece
la secundaria empece a dejar de comer, los días de gimnasia quizá comía una
barrita. A los 14 lo mismo, todo controlado. Pero a las 15 se desmorono todo.
No puedo recordar como fue el comienzo pero si recuerdo que en abril ya había
bajado 7 kilos. Pero a nadie parecía importarle, nadie notaba que comia con
suerte una vez al dia. La ropa grande me ayudaba a sentirme mas cómoda o al
menos lo intentaba. Creía tener todo bajo control, yo podía; pero los mareos y
los desmayos eran cada vez mas frecuente. Estaba cegada, estaba cegada por mi
imagen de perfeccion que no me estaba dando cuenta de que me estaba destruyendo
por dentro. Mis órganos empezaban a fallar, mi tez era mas blanca, se me caia el
pelo, cada vez tenia menos fuerza para hacer las cosas. Me estaba matando
lentamente y no me importaba. Solo quería llegar a ser flaca. Todos me
felicitaban por estar mas linda, mas flaca. Asi que sentia que estaba haciendo
bien las cosas por primera vez en la vida. Hasta que me mandaron a la
nutricionista, llegue y pesaba 49 kilos; había bajado mas de 13. Cada viernes
era salir del colegio antes, ante la mirada atenta de todos mis compañeros como
si me estuvieran juzgando, viajar 40 minutos hasta e Hospital Italiano,
sentarme en la sala de espera llena de chicas flacas y compararme con ellas.
Cada consulta era una tortura, tener que sacarme la ropa frente a la doctora,
sentir su mirada en mi cuerpo gordo, que me pese, querer llorar. Pero nada me
dolio mas que el dia que me diagnostico con trastorno alimenticio y desnutrición.
Pero eso no fue lo peor lo peor fue cuando me dijo “igual un par de kilos
podrias seguir bajando” ¿Qué? Me acabas de decir que tengo desnutrición y aun
asi me incitas a que siga bajando. Si hasta ella me lo decía ¿Qué me impedia
seguir bajado? Me lo impedia mi cuerpo que no podía mas, me estaba muriendo
lentamente, estaba a punto de morir de hambre literalmente. Nunca subestimen a
una persona con TCA, los trastornos alimenticios no es una chica delgada y
palida, es un trastorno psicológico del que nadie esta absuelto. Todos podemos
caer. Todos somos suceptibles a los cometarios ajenos
Foja Cero
Cuando tu vida se trasforma en un constante caos es difícil sobrellevarla.
Abandonos, mentiras, enfermedad, dolor. Si ya sobrevivir en este mundo es difícil
imagínate sobrevivir haciendo las cosas bien. Y es que uno se cansa, busca el
camino correcto pero nunca se consigue nada. Uno no espera las buenas porque está
acostumbrado a recibir las malas y es que hasta un pobre desconfía de una
migaja de pan . Porque los humanos somos así, cuando nos pasa algo bueno no lo
disfrutamos, pesamos en que se va a acabar, en que si es un sueño o en que solo
es una broma de mal gusto. Y es que nos cuesta creer que algo bueno nos puede
pasar cuando solo estamos acostumbrados a la oscuridad. El que se quemó con
leche ve una vaca y llora no por el miedo, sino por el recuerdo doloroso que le
trae. Los pesimistas vemos el vaso medio vacío porque cuando se llena viene
alguien y se toma mas de la mitad dejándolo como estaba antes o peor. La vida
no para de golpearte constantemente, tantos años de golpes que cuando uno ve que se
viene una ya agacha la cabeza listo para recibir el próximo golpe. No, no nos
emocionamos con las buenas porque cuando se van nos dejan sufriendo mas, nos
dejan mas rotos de lo que ya estábamos. Nos devuelven a foja cero, porque cuando
uno crece en el barro se acostumbra a la sensación fría y mojada que tiene,
cuando uno crece en el barro sabe lo que cuesta conseguir las cosas,
mantenerlas para que no se caigan a pedazos. Los que nacimos en el barro
sabemos lo que es pelearla desde abajo, buscar nuestro lugar, abriéndonos
camino en una sociedad elitista
Madrugadas infinitas
Noches de insomnio, pensamientos aleatorios, lágrimas sin fin, ansiedad por doquier. Pero todo tiene su cauce en el mismo lugar. Todo me lleva al mismo recuerdo, al mismo infierno. Que lindo seria tener un botón que borre todos los traumas, los malos recuerdos, los dolores ¿Cuantas grietas más tengo que soportar? ¿Cuán más rota puedo estar? Parece una carrera sin fin. Todos compiten por ver quien deja más marcas en mi. Pero no soy de acero, no se si se nota. A veces pienso que si, que soy de hierro e invencible. Y otros días me siento tan de cristal, una hoja de papel; todo me lastima. Y es que cuando sos una persona sensible todo te hiere, todo deja su marca. Pero yo no afronto esas marcas, esas cicatrices. Las evado, no las quiero ver entonces las tapo. Con risas, tatuajes. Con cualquiera cosa que me permita no ver, no sentir. Todo lo que me anestesie un rato del dolor, los recuerdos de todo aquello que me hace mal. Es de cobarde lo se. Pero no digo que no las enfrente del todo. Me tomo mi tiempo. Cuando me siento lista me acuesto a mirar el techo y ahí lucho. Lucho contra mi peor lado, con aquel que duele y lastima de solo pensarlo. Y ahí está, cuanto más me involucro más me duele, o poco dependiendo del dia. Pero cuando duele, duele. Eso lo puedo asegurar. El alma quema, los pulmones se deshacen con cada suspiro, la mente no tiene descanso, los ojos no saben lo que es dormir. Pero cuando aprendo a lidiar con el dolor el alma se libera, los pulmones florecen, la mente divaga y los ojos sueñan. Sueñan, sueñan por una realidad no tan cruda, con una risa sincera. A veces pareciera algo imposible, una utopía pero otros dias es como si todo lo imposible se volviera posible. Sentís que podes comerte en mundo. Pero la realidad aparece como un golpe a la boca del estómago. Como un dollyo a la cabeza. Fuerte, inesperado,seco, doloroso. No te noquea del todo. Pero te deja tirado. Por segundos que parecen horas, años, décadas. No sabes bien cuanto tiempo paso. Sólo sabes que el dolor está ahí y que no va a desaparecer fácilmente, no al menos que lo trates. Pero hay cosas que aunque se traten, si no lo curas bien va a seguir doliendo como el primer dia. No, el tiempo no cura todo. Solo hace que duela menos, que aprendamos a vivir con eso.
Creer en lo increible
Sigo cayendo. Porque sigo creyendo en la gente. Creo. Creo que alguien me va a querer algun dia con mis heridas, mis cicatrices, mi historia. Con mi yo completo. Con el desastre que soy. Pero entonces me miro al espejo y me doy cuenta. Me doy cuenta que ese creer solo es fantasía. Que es algo que no me va a pasar. No estando así de rota. Porque los hundo. Hundo a todos conmigo. Alejándolos con miedo. Porque se que espero mucho de las personas. Espero mucho esperando que me quieran cuando se que es algo que no va a pasar. Porque eso no me pasa. Nunca me quisieron de verdad. Siempre había alguien mas. Alguien mejor. Mas feliz, mas divertido, mas sociable. Alguien. Nunca fui la primer opción de alguien y dudo serlo algún día. Porque no me pasa eso a mi, no me pasan ese tipo de cosas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)